Se
avecinaba a primeros de año una temporada llena de sorpresas en el GEV y
ninguno esperaba que, a estas alturas, diéramos un paso más de tantos que se
dan, de tanta superación y de tanto esfuerzo. Un día de febrero recibíamos una
invitación de una Federación extranjera para participar en el Campeonato
Internacional Polaco de Técnicas Verticales y Travesía en Cueva: “Mosquetón
Dorado”.
Una
noticia que llegaba sin hacer ruido y, pese a conocer desde hace muchos años el
formato del torneo, nos resultaba difícil afrontarlo. El equipo se dispuso a
tramitar un presupuesto de partida, ¿cómo vamos a ir? ¿qué queremos conseguir?,
y preguntas de ese tipo que, tras presentar la propuesta a los deportistas del
GEV, tan solo cinco de ellos se aventuraron a esta historia.
Las
semanas pasaban y los entrenamientos comenzaron a intensificarse y a hacerse
más específicos, se formaron pruebas que pudieran ser parecidas a las
visualizadas en videos de otros años y se hicieron consultas con varios colegas
de Polonia para intentar estar al tanto de todo.
Pero…
no sabemos si es bienvenido o desafortunado el sistema de progresión y por ende
el Reglamento del evento. Parte de nuestros elementos principales de
progresión, así como las bagas de anclaje, tuvieron que ser sustituidos y
modificados, incorporar nuevos elementos de seguridad y, en consecuencia,
remodificar toda la progresión de obstáculos verticales así como el rescate de
una víctima en cuerda.
Parecían
ponerse demasiados obstáculos en el camino, nuevas pruebas, nuevos
procedimientos, trabas en las instalaciones deportivas en las que se entrena, y
la complicación del idioma, del entendimiento, porque, como en cualquier parte,
no todo el mundo habla inglés para comunicarse.
Llegado
un tiempo, la Federación Andaluza de Espeleología nos proporcionó cierto
material que el Club no tenía en la actualidad junto con una aportación
económica que nos permitía afrontar con más ganas esta aventura, y por ende, la
facilidad de ir siendo menos costoso el viaje en sí.
Nuestros
cinco deportistas: Fátima, Juanjo, José Ángel, Cristian y Jesús fueron los
comprometidos con este objetivo, la conquista del Mosquetón Dorado. Entrenamientos
hasta muy tarde, muy exigentes, más de 250 horas invertidas en ello con una
inmensidad de material empleada y mucha ambición por dominar estas novedades
que parecían estar en contra nuestra.
Poco
antes de dos semanas ya se palpaba la tensión, los nervios, se fueron cerrando
todos los trámites del desplazamiento y la acogida de los compañeros polacos
hasta la zona del Torneo. Apenas unos días antes de marcharnos recibíamos un
mensaje muy poco común: alguien quiso patrocinarnos…
El
Pasaje 3.0 de nuestro vecino villacarrillense Pedro Sarmiento nos sorprendió
con una aportación económica exponiéndonos que merecíamos tener más de lo que
teníamos porque Villacarrillo tiene al Grupo Espeleológico como estandarte
principal. Su gesto y sus palabras nos emocionaron… fue un plus añadido que
mentalizó al equipo para dejarse la piel… alguien confiaba en nosotros.
El
jueves 28 de mayo comenzaba la aventura a Polonia en busca de la victoria. La
llegada al día siguiente a Wroclaw supuso una línea de historia en el GEV,
Villacarrillo, y en la Espeleología Andaluza y Española. LLegábamos a la zona
de competición entrada la tarde. Poco después comenzarían unas pruebas
clasificatorias que podían dejar fuera a alguno de los nuestros a las primeras
de cambio. El equipo respondió bien y no tuvo ningún problema en superarlas.
Una
gran cantidad de gente formó parte de este evento, competidores, público y
participantes en otras actividades complementarias llenaron el escenario de
espeleología. Hasta cuatro países distintos participaron, entre ellos Polonia,
Italia, Rusia y como no, con nuestro equipo España.
El
sábado se presentaba cargado de emoción, pruebas de instalación,
desinstalación, polipastos, circuito de progresión, superación de zonas
estrechas, autosocorro, etc., se perfilaban a lo largo del día. La vencedora y
el vencedor se alzarían con el trofeo por la suma de todos los tiempos
empleados en cada prueba, añadiendo aquellas penalizaciones técnicas en un
tiempo porcentual.
Se
consiguieron los tres mejores tiempos absolutos de todas las pruebas, excepto
de una que un polaco consiguió el mejor parcial. Pruebas en las que Fátima
demostraba un potencial increíble que dejaba a todos los asistentes perplejos,
pruebas en las que Juanjo y Jose Ángel batían a sus propios compañeros, pruebas
en las que Jesús tiró de casta para conquistar un mejor tiempo, y pruebas en
las que Cristian, pese a tener problemas técnicos, resolvía perfectamente para
culminar una evolución espectacular.
Finalizando
la jornada, tras un día durísimo y agotador, terminamos nuestra participación y
pasamos a recogerlo todo y degustar la comida polaca. Tras la llegada “inestremis”
a la casa-sede del SpeleoKlub Bobry en la que nos alojábamos, esperábamos
impacientes los resultados.
Horas
más tarde, tras la confección de las actas, se realizó la entrega de trofeos:
Fátima era la primera en nombrase como Campeona del Mosquetón Dorado tras una
ovación excepcional y era unánime escuchar que era la mejor que habían visto
nunca, incluso mejor que los hombres. Recibimos ese premio todos, ella
levantaba el primer título internacional del GEV, fue un momento histórico. Le
acompañaron en el pódium dos deportistas de Polonia e Italia de un nivel
altísimo.
Minutos
más tarde Jesús era nombrado como el Campeón del Mosquetón Dorado, cerrando así
una victoria absoluta del GEV en el Torneo, siendo el dignísimo vencedor del
mismo alzándose con los dos trofeos. Junto a él, dos deportistas de Polonia
complet
aron el pódium.
aron el pódium.
Muy
cerca de entrar en él, Juanjo se quedaba cuarto a las puertas de la gloria, a
muy pocos segundos, habiendo realizado un torneo extraordinario. Fue quizás la
espina de no haber conseguido otro trofeo más, pero el nivel de los competidores
era posiblemente el más alto al que nos hayamos enfrentado nunca y conseguir
una cuarta posición fue todo un logro.
José
Ángel y Cristian clasificaban en sexta y octava posición respectivamente. Estar
entre los diez primeros y terminar todas las pruebas sin caer en
descalificación de pruebas con cuenta atrás ya fue una victoria. Ambos con
algún que otro problema ejecutaron grandísimas pruebas para alcanzar esas
tremendas posiciones.
El
equipo brindó a la organización nuestra medalla de oro del Club como muestra de
agradecimiento, y es que, no es para menos, pues estuvieron atentos de nosotros
en todo momento, principalmente los colegas Lukasz y Michal. Los premios en
material eran para todos los clasificados en la final, exageradamente abultados
y los trofeos muy bonitos y cuidados. El formato excepcional, motivador, muy
técnico y variado, sencillamente único, atractivo y efectivo.
Por
la noche realizamos la vuelta a Breslavia. Aún con un día de margen para la
salida del vuelo de vuelta, se había programado visitar Auschwitz… una lección
de vida auténtica, impactante e interesante. Es angustioso pensar el que
hicieras lo que hicieras en ese campo… eras un títere en manos de los soldados… esta visita completó nuestro viaje valorando aún más aquellas cosas que tenemos, porque, no hace falta decir que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde...
La vuelta vino acompañada el lunes en Málaga del Presidente de la Federación Andaluza de Espeleología José Antonio Berrocal en el aeropuerto que nos recibió para felicitarnos por la conquista realizada como campeones. Al regresar a Villacarrillo tuvimos un brindis con en nuestra Sede con Antonio, Toni y Luisi. De camino a casa le prometimos al Pasaje 3.0 brindarle el trofeo si conseguíamos algo, y así fue, sin llegar a casa fuimos a la tienda para compartirlo con él.
Finalmente en nuestro vecindario, familiares y vecinos nos recibieron a grito de campeones de una forma singular, puesto que nunca nadie antes nos había esperado de esta forma. Cadena Dial Villacarrillo se hizo eco en todo momento de los acontecimientos y nos ha realizado esta mañana una extensísima entrevista al respecto, a la cual le agradecemos el esfuerzo.
El apoyo en las redes sociales durante nuestra estancia en Polonia ha sido exageradamente increíble, hemos podido sentir a toda esa gente que nos quiere, que nos apoya, que nos anima y nos valora lo que hacemos, y es por todos ellos por los que alzamos ese título en señal de CAMPEONES. Dedicado a todas estas personas, no tenemos palabras para agradecer todos esos grandes apoyos.
Sin nada más, y esperando que haya sido tanto vuestra como nuestra esta victoria, seguiremos avanzando, pisando firme, demostrando que la espeleología tiene un nombre, y ese nombre es Grupo Espeleológico de Villacarrillo.