El día 20 de Marzo por la tarde, coincidiendo con la “operación salida de semana santa”, Antonio, Jesús, Juanjo y Fátima, iniciaron el camino hacia Villanueva de Tapia (Málaga) para pernoctar en la casa de Toni, y ver de paso la final de la Copa del Rey de fútbol.
Bien temprano el día 21, los 5 miembros del G.E.V. continuamos el viaje hasta Villaluenga del Rosario (Cádiz), para participar en el encuentro Espeleo Familiar organizado por la F.A.E. Tras nuestra llegada, prepararon el material y nos dispusimos para visitar la famosa Sima de Cacao lo antes posible, para evitar que la lluvia nos amargase la visita. En esta ocasión nos acompañaron “Shema” (G40), Pepe Pinto (GES de la SEM), Jorge (ECA) y los valencianos Pepe y Magda.
Aunque se tardó bastante en instalar el pozo inicial de la Sima, al final quedó bastante bien instalado y casi no nos dimos cuenta del “dichoso péndulo” del que nos había hablado nuestro compañero Antonio.
La preciosidad de la cavidad y las espectaculares formaciones de la misma nos dejaron a todos atónitos por su belleza. La anécdota fue que subimos 2 cuerdas de 100 metros para la instalación, y por no cortar la cuerda que era de la FAE, tuvimos que destrepar un par de coladas… pero bueno, el nivel de los espeleólogos de esta visita era más que suficiente para sortear estas pequeñas dificultades.
El ascenso estuvo algo condicionado por la excesiva lluvia que caía, y ralentizó un poco la subida a aquellos que no estábamos acostumbrados al esfuerzo físico y a la humedad (lo digo por mi parte, Toni Pérez), pero fue una experiencia inolvidable. El descenso andando hasta el albergue fue muy húmedo, pero gratificante fue mejor la ducha caliente que nos metimos todos después.
Ya en el albergue, los miembros del G.E.V. y a la cabeza el presidente y el secretario, decidíamos qué hacer al día siguiente por la lluvia, para no arriesgar nuestras vidas ni las de otros compañeros, pues había cavidades que eran arriesgadas en su progresión, cuando nos dijeron que los compañeros que habían ido a la Sima de Navazo Hondo y al Sistema Cabito-Republicano no habían llegado… había que ir a buscarlos a ver qué pasaba. Jesús Pérez decidió ir a Navazo Hondo por su impresionante condición física (envidiable para algunos que no tenemos esa suerte… bueno, mejor dicho, que nunca tendremos esa suerte), y tras una impresionante tormenta, llegan los de Republicano y los de Navazo Hondo siguen dentro, debido a la subida súbita del nivel del agua y a las complicaciones de la cavidad. A las 23:00 horas, llegan al albergue con un susto en el cuerpo y nuestro Jesús, empapado como si hubiera hecho 10 largos en una piscina olímpica.
El día siguiente (viernes santo 22 de abril) deciden más compañeros ir a nuestra propuesta: la Cueva de la Pileta, y también hacen una estupenda propuesta: visitar el Centro de Interpretación de la Espeleología en Montejaque (Málaga). Además, nosotros también pudimos ir a ver la boca de la Cueva de Gato, e impactarnos con su mítica y grandeza.
Ya por la tarde, entre los entrenamientos de Jesús, Juanjo y Fátima en el albergue y la visita a Ubrique (Cádiz), íbamos pensando en nuestra próxima salida del sábado. Decidimos ir temprano al Sistema Cabito Republicano, y por la tarde a Sima Lagarto, y evitar la visita a la Sima de Villaluenga por la cantidad de agua que entraba, aunque nos decían que no había problema.
Temprano junto a “Shema” (G40) y Jose (ADEMA), visitamos Republicano, quedándonos impresionado por el agua que esta entrando por la boca de Cabito. Pudimos disfrutar de los primeros 80 metros, deleitándonos por los lagos y los pozos tan característicos de esta cavidad. A la salida ya entraban los compañeros de Murcia, los de Valencia, y otros paisanos andaluces. Como anécdota, una salamandra común a -80 metros, que fotografió Jesús.
Por la tarde y justo después de comer, nos dispusimos a visitar la Sima Lagarto, que es más pequeña, pero bastante bonita. La subida fue lluviosa, y titubeando, pues no encontramos la boca. Nuestra misión, además de visitarla era la desinstalación de la sima, pues ya no la iban a visitar al día siguiente. Esta vez, sólo fuimos los miembros del GEV, y disfrutamos de lo lindo. Otras dos salamandras en la base del pozo inicial, son un atractivo añadido a las formaciones y espeleotemas tan bonitos de la última sala.
Ya el domingo 24, decidimos no ir a hacer espeleología, pues quedaban muchas horas de regreso, por lo tanto, fuimos a Ronda (Málaga) a que algunos compañeros que no la conocían, visitaran esta hermosa ciudad. Entraron a la espectacular Plaza de Toros, visitaron el Tajo y el puente, y pudimos ver pasar “El Resucitado”, un todo en uno que nos amenizó la mañana.
En Antequera comimos, e hicimos una pequeña parada a descansar para el último tirón que nos quedaba hasta Villacarrillo. Tenemos que finalizar agradeciendo a Carmen y Andrés (organizadores del evento) su hospitalidad y amabilidad, y a los compañeros de varias provincias andaluzas, de Madrid, Valencia y Murcia decirles que repitan y que en Villacarrillo estamos para lo que crean oportuno.
Bien temprano el día 21, los 5 miembros del G.E.V. continuamos el viaje hasta Villaluenga del Rosario (Cádiz), para participar en el encuentro Espeleo Familiar organizado por la F.A.E. Tras nuestra llegada, prepararon el material y nos dispusimos para visitar la famosa Sima de Cacao lo antes posible, para evitar que la lluvia nos amargase la visita. En esta ocasión nos acompañaron “Shema” (G40), Pepe Pinto (GES de la SEM), Jorge (ECA) y los valencianos Pepe y Magda.
Aunque se tardó bastante en instalar el pozo inicial de la Sima, al final quedó bastante bien instalado y casi no nos dimos cuenta del “dichoso péndulo” del que nos había hablado nuestro compañero Antonio.
La preciosidad de la cavidad y las espectaculares formaciones de la misma nos dejaron a todos atónitos por su belleza. La anécdota fue que subimos 2 cuerdas de 100 metros para la instalación, y por no cortar la cuerda que era de la FAE, tuvimos que destrepar un par de coladas… pero bueno, el nivel de los espeleólogos de esta visita era más que suficiente para sortear estas pequeñas dificultades.
El ascenso estuvo algo condicionado por la excesiva lluvia que caía, y ralentizó un poco la subida a aquellos que no estábamos acostumbrados al esfuerzo físico y a la humedad (lo digo por mi parte, Toni Pérez), pero fue una experiencia inolvidable. El descenso andando hasta el albergue fue muy húmedo, pero gratificante fue mejor la ducha caliente que nos metimos todos después.
Ya en el albergue, los miembros del G.E.V. y a la cabeza el presidente y el secretario, decidíamos qué hacer al día siguiente por la lluvia, para no arriesgar nuestras vidas ni las de otros compañeros, pues había cavidades que eran arriesgadas en su progresión, cuando nos dijeron que los compañeros que habían ido a la Sima de Navazo Hondo y al Sistema Cabito-Republicano no habían llegado… había que ir a buscarlos a ver qué pasaba. Jesús Pérez decidió ir a Navazo Hondo por su impresionante condición física (envidiable para algunos que no tenemos esa suerte… bueno, mejor dicho, que nunca tendremos esa suerte), y tras una impresionante tormenta, llegan los de Republicano y los de Navazo Hondo siguen dentro, debido a la subida súbita del nivel del agua y a las complicaciones de la cavidad. A las 23:00 horas, llegan al albergue con un susto en el cuerpo y nuestro Jesús, empapado como si hubiera hecho 10 largos en una piscina olímpica.
El día siguiente (viernes santo 22 de abril) deciden más compañeros ir a nuestra propuesta: la Cueva de la Pileta, y también hacen una estupenda propuesta: visitar el Centro de Interpretación de la Espeleología en Montejaque (Málaga). Además, nosotros también pudimos ir a ver la boca de la Cueva de Gato, e impactarnos con su mítica y grandeza.
Ya por la tarde, entre los entrenamientos de Jesús, Juanjo y Fátima en el albergue y la visita a Ubrique (Cádiz), íbamos pensando en nuestra próxima salida del sábado. Decidimos ir temprano al Sistema Cabito Republicano, y por la tarde a Sima Lagarto, y evitar la visita a la Sima de Villaluenga por la cantidad de agua que entraba, aunque nos decían que no había problema.
Temprano junto a “Shema” (G40) y Jose (ADEMA), visitamos Republicano, quedándonos impresionado por el agua que esta entrando por la boca de Cabito. Pudimos disfrutar de los primeros 80 metros, deleitándonos por los lagos y los pozos tan característicos de esta cavidad. A la salida ya entraban los compañeros de Murcia, los de Valencia, y otros paisanos andaluces. Como anécdota, una salamandra común a -80 metros, que fotografió Jesús.
Por la tarde y justo después de comer, nos dispusimos a visitar la Sima Lagarto, que es más pequeña, pero bastante bonita. La subida fue lluviosa, y titubeando, pues no encontramos la boca. Nuestra misión, además de visitarla era la desinstalación de la sima, pues ya no la iban a visitar al día siguiente. Esta vez, sólo fuimos los miembros del GEV, y disfrutamos de lo lindo. Otras dos salamandras en la base del pozo inicial, son un atractivo añadido a las formaciones y espeleotemas tan bonitos de la última sala.
Ya el domingo 24, decidimos no ir a hacer espeleología, pues quedaban muchas horas de regreso, por lo tanto, fuimos a Ronda (Málaga) a que algunos compañeros que no la conocían, visitaran esta hermosa ciudad. Entraron a la espectacular Plaza de Toros, visitaron el Tajo y el puente, y pudimos ver pasar “El Resucitado”, un todo en uno que nos amenizó la mañana.
En Antequera comimos, e hicimos una pequeña parada a descansar para el último tirón que nos quedaba hasta Villacarrillo. Tenemos que finalizar agradeciendo a Carmen y Andrés (organizadores del evento) su hospitalidad y amabilidad, y a los compañeros de varias provincias andaluzas, de Madrid, Valencia y Murcia decirles que repitan y que en Villacarrillo estamos para lo que crean oportuno.
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