El
día 13 de agosto comenzaba otra épica semana en el año 2018: el Campamento GEV
volvió un año más, en su onceaba edición, desde hace ya 13 años (2006), para completar
muchas actividades que el Club realiza.
En
esta ocasión la duración fue de 7 días, hasta el 19 de agosto, con un total de
16 participantes, el año con mayor participación, cargado de intensas
actividades diarias y momentos inolvidables para los miembros de la Escuela de
Espeleología. La organización del mismo estuvo de la mano de Fátima y Jesús,
contando con la inestimable ayuda constante de Antonio, Toni, Juanjo y Alberto.
El
lunes 13 comenzaba la aproximación al Camping de Montaña Montillana, al que le
falta este año y por siempre una de sus líderes que tantos años hemos
compartido con ella, y que desde estas líneas le deseamos esté descansando y
volando libre, en paz…
Comenzaba
la instalación de todo el Campamento, muy laboriosa y ansiada por todo el
equipo. Entrada la tarde, se preparaba el material para la jornada siguiente de
cuevas, con muchas ganas de comenzar la aventura que tanto tiempo se lleva
esperando. Nuestras peques Candela, Adriana y Noelia se enfrentaban a una dura
semana lejos de casa con tan solo 6, 7 y 8 años, increíbles.
La
segunda jornada se repartía en dos grupos: la visita a nuestra mítica Sima de
los Moluscos con las niñas, y la prospección y fotografía de la Sima del
Campeonato, muy alejada a pie. Para alguna de ellas, Isabel por ejemplo, era su
primera cavidad… y no hay nada más extraordinario en la espeleología que tu
primera cueva, la que nunca se olvida, y estas sensaciones son absolutamente
satisfactorias para quiénes te llevan y ven tu felicidad. A la noche se
incorporaría al Campamento nuestro miembro Juanjo.
El
miércoles 15, Antonio y Toni se unían a la aventura. Se volvieron a realizar
dos grupos: uno de ellos con todos los niños en busca de visitar la Sima
Jesusín, pero donde el calor y el tiempo de senderismo fueron demasiado para
los pequeños por lo que se suprimió la entrada a la cavidad y se regresó al Campamento
Base, no sin antes catalogar una nueva cavidad que coloca al Término de Hornos
como uno de los más importantes kársticamente de España.
El otro grupo, el de
los miembros del GEV partía hacia la Sima APR, la más profunda de Jaén con más
de 200 metros de desnivel, a explorar la última vía pendiente, y que
desafortunadamente terminó, sumándose más metros de desarrollo a la misma, pero
eso sí, completando la recopilación fotográfica que estaba sin realizarse así
como una pedida de mano in situ a 100 metros de profundidad… todo un gran día…
La
jornada siguiente marcó un punto importante en la semana: una tormenta descargó
gran cantidad de litros sobre la zona que inundó la mitad de nuestras tiendas
de campaña, empapó todo el equipo de cocina, comida, bebida, etc., y que no se
pudo coger a tiempo porque pilló a todos los integrantes en el interior de
varias cavidades, incluso fuera de previsión del tiempo, algo que bajó los
ánimos y las ganas de continuar.
Tras comer a medio día dentro de la única
tienda de acampada que quedó inmune de las aguas, se comenzó con la limpieza de
todo lo posible para intentar recuperar tanto el resto de tiendas como la
comida “no ahogada”. A partir de este día, el tiempo no acompañó para nada al
resto de jornadas que tenían que verse con constante miedo e incertidumbre.
El
17 de agosto, viernes, el tiempo impidió la salida diurna de cuevas, por lo que
se decidió posponer la actividad a la tarde, a simas pequeñas y rápidas para
que la amenaza de agua no cayera por sorpresa como el día anterior. Nuevamente
dos grupos se separaban para visitar la Sima de la Tubería con los más pequeños
y la Sima de los Alhaurinos con el resto para realizar una mini competición de
travesía muy entretenida. Echada la noche, en un día especial para los
directores que cumplían su décimo aniversario, la Escuela de Espeleo les
organizó una ceremonia nupcial bonita y divertida. Se avecinaba el final del
Campamento…
La
penúltima jornada del sábado, deparó la última actividad espeleológica. Un
grupo equipaba de parabolts la Sima HO-100, muy bonita, con más de 6
verticales, formaciones rarísimas y recolectaba fauna cavernícola para su
estudio posterior.
Otro grupo visitaba la espectacular Sima del Calamar, en la
que se pudo realizar un estudio hídrico-evolutivo, puesto que es una cavidad
estudiada desde el año 2000 con entradas anuales observando los lagos y
formaciones, el paso de las sequías, los años de abundante precipitación y el
efecto del cambio climático en estos casi 20 años.
Por
la noche, se celebró una fiesta en el Camping Montillana muy divertida como
gran broche a un gran Campamento.
El
domingo 19 se desmontaría el Campamento Base para regresar entrada la tarde a
Villacarrillo con otro evento más culminado con éxito pese a las adversidades
meteorológicas.
Todo esto ha sido posible gracias a la Consejería de Medio Ambiente y Parque Natural, Reserva de la Biosfera Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, que nos brindan los permisos y autorizaciones necesarios para la exploración, bioespeleología y formación.
La
espeleología es algo que para entenderlo… es necesario practicarla, sentirla,
vivirla. De nada sirve practicar en la cuerda en un pabellón o rocódromo, de
nada sirve competir o visitar de vez en cuando la típica cueva famosa de turno,
de nada sirve nada de esto si no se practica como tal: explorando cuevas. Es
por ello que, el Campamento GEV aúna todos esos valores deportivos de las
competiciones junto con las actividades más espeleológicas en unos días
intensos de convivencia y espeleología inigualables, haciéndole ser la
actividad estrella.
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