sábado, 25 de agosto de 2018

XI CAMPAMENTO GEV - CRÓNICA


El día 13 de agosto comenzaba otra épica semana en el año 2018: el Campamento GEV volvió un año más, en su onceaba edición, desde hace ya 13 años (2006), para completar muchas actividades que el Club realiza.

En esta ocasión la duración fue de 7 días, hasta el 19 de agosto, con un total de 16 participantes, el año con mayor participación, cargado de intensas actividades diarias y momentos inolvidables para los miembros de la Escuela de Espeleología. La organización del mismo estuvo de la mano de Fátima y Jesús, contando con la inestimable ayuda constante de Antonio, Toni, Juanjo y Alberto.

El lunes 13 comenzaba la aproximación al Camping de Montaña Montillana, al que le falta este año y por siempre una de sus líderes que tantos años hemos compartido con ella, y que desde estas líneas le deseamos esté descansando y volando libre, en paz…

Comenzaba la instalación de todo el Campamento, muy laboriosa y ansiada por todo el equipo. Entrada la tarde, se preparaba el material para la jornada siguiente de cuevas, con muchas ganas de comenzar la aventura que tanto tiempo se lleva esperando. Nuestras peques Candela, Adriana y Noelia se enfrentaban a una dura semana lejos de casa con tan solo 6, 7 y 8 años, increíbles.

La segunda jornada se repartía en dos grupos: la visita a nuestra mítica Sima de los Moluscos con las niñas, y la prospección y fotografía de la Sima del Campeonato, muy alejada a pie. Para alguna de ellas, Isabel por ejemplo, era su primera cavidad… y no hay nada más extraordinario en la espeleología que tu primera cueva, la que nunca se olvida, y estas sensaciones son absolutamente satisfactorias para quiénes te llevan y ven tu felicidad. A la noche se incorporaría al Campamento nuestro miembro Juanjo.

El miércoles 15, Antonio y Toni se unían a la aventura. Se volvieron a realizar dos grupos: uno de ellos con todos los niños en busca de visitar la Sima Jesusín, pero donde el calor y el tiempo de senderismo fueron demasiado para los pequeños por lo que se suprimió la entrada a la cavidad y se regresó al Campamento Base, no sin antes catalogar una nueva cavidad que coloca al Término de Hornos como uno de los más importantes kársticamente de España. 
El otro grupo, el de los miembros del GEV partía hacia la Sima APR, la más profunda de Jaén con más de 200 metros de desnivel, a explorar la última vía pendiente, y que desafortunadamente terminó, sumándose más metros de desarrollo a la misma, pero eso sí, completando la recopilación fotográfica que estaba sin realizarse así como una pedida de mano in situ a 100 metros de profundidad… todo un gran día…

La jornada siguiente marcó un punto importante en la semana: una tormenta descargó gran cantidad de litros sobre la zona que inundó la mitad de nuestras tiendas de campaña, empapó todo el equipo de cocina, comida, bebida, etc., y que no se pudo coger a tiempo porque pilló a todos los integrantes en el interior de varias cavidades, incluso fuera de previsión del tiempo, algo que bajó los ánimos y las ganas de continuar.
Tras comer a medio día dentro de la única tienda de acampada que quedó inmune de las aguas, se comenzó con la limpieza de todo lo posible para intentar recuperar tanto el resto de tiendas como la comida “no ahogada”. A partir de este día, el tiempo no acompañó para nada al resto de jornadas que tenían que verse con constante miedo e incertidumbre.

El 17 de agosto, viernes, el tiempo impidió la salida diurna de cuevas, por lo que se decidió posponer la actividad a la tarde, a simas pequeñas y rápidas para que la amenaza de agua no cayera por sorpresa como el día anterior. Nuevamente dos grupos se separaban para visitar la Sima de la Tubería con los más pequeños y la Sima de los Alhaurinos con el resto para realizar una mini competición de travesía muy entretenida. Echada la noche, en un día especial para los directores que cumplían su décimo aniversario, la Escuela de Espeleo les organizó una ceremonia nupcial bonita y divertida. Se avecinaba el final del Campamento…

La penúltima jornada del sábado, deparó la última actividad espeleológica. Un grupo equipaba de parabolts la Sima HO-100, muy bonita, con más de 6 verticales, formaciones rarísimas y recolectaba fauna cavernícola para su estudio posterior. 
Otro grupo visitaba la espectacular Sima del Calamar, en la que se pudo realizar un estudio hídrico-evolutivo, puesto que es una cavidad estudiada desde el año 2000 con entradas anuales observando los lagos y formaciones, el paso de las sequías, los años de abundante precipitación y el efecto del cambio climático en estos casi 20 años.

Por la noche, se celebró una fiesta en el Camping Montillana muy divertida como gran broche a un gran Campamento.

El domingo 19 se desmontaría el Campamento Base para regresar entrada la tarde a Villacarrillo con otro evento más culminado con éxito pese a las adversidades meteorológicas.
Todo esto ha sido posible gracias a la Consejería de Medio Ambiente y Parque Natural, Reserva de la Biosfera Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, que nos brindan los permisos y autorizaciones necesarios para la exploración, bioespeleología y formación.

La espeleología es algo que para entenderlo… es necesario practicarla, sentirla, vivirla. De nada sirve practicar en la cuerda en un pabellón o rocódromo, de nada sirve competir o visitar de vez en cuando la típica cueva famosa de turno, de nada sirve nada de esto si no se practica como tal: explorando cuevas. Es por ello que, el Campamento GEV aúna todos esos valores deportivos de las competiciones junto con las actividades más espeleológicas en unos días intensos de convivencia y espeleología inigualables, haciéndole ser la actividad estrella.
 

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